Capítulo 7: Oración eficaz
Si oramos a Dios sobre cómo queremos que sean las cosas, puede resultar en preguntarnos si Dios nos escucha. Esto se puede comparar con un cachorro que le dice a su amo qué hacer a pesar de la falta de experiencia y sabiduría del cachorro.
Una de las mayores preocupaciones entre los pastores de hoy son los cristianos modestamente maduros cuyos corazones están cerrados a seguir aprendiendo sobre la Gracia. Algunos feligreses se comparan con los estándares terrenales en lugar de darse cuenta de que esta no es la línea de meta.
Cuando entregamos nuestros corazones a Jesús y nacimos de nuevo, este "nacimiento" nos colocó en un mundo donde tenemos una perspectiva de aprendizaje similar a la de un infante. Juan 3:3-22, Un segundo versículo sobre este concepto es Mateo 18:3-4. La oración es esencial para que podamos cumplir con nuestro papel de estudiante y la Santísima Trinidad como nuestro maestro proporcionando el plan de la lección.
Considere como Jesús rezó en Luke 22: 42 en el Monte de Olivas,” Padre, si Ud. desea, tome esta copa de mí,” aún no sea mi voluntad, pero lo de Ud. sea hecho.”
La oración de Jesús incluyó:
- Espresando una preocupación a Dios.
- Poniéndolo completamente en manos de Dios sin expectativa.
- Pidiendo que se haga la voluntad de Dios.
El corazón de Dios debe haber sentido pena por las suplicaciones de su querido Hijo antes de la crucificación por el a Cristo. Todavía, si Dios había cedido el regalo de salvación ,que Dios nos ofrece, no habría ocurrido.
El regalo requirió que Cristo dares a si mismo por los pecados del hombre.(1Timoteo 2: 5-6)
El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.
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Había una vez un joven nacido otra vez Cristiano. Ėl preorizó su vida para hacer las cosas que el pensó que Dios quería y preguntó a Dios por direciones.
Un cuarto de siglo pasó mientras él escuchó a cientos de sermons sobre la volutad de Dios y rezó la “Oración de Dios” mil veces. El hombre estaba bien con el concepto de la voluntad de Dios prevaliciendo sobre su vida, sin embargo, había un poco de renuncia.
Un día el hombre compartió una conversación con una directora de la iglesia para jovenes qiuen había tomado un acceso directo en su vida involviendo un embarazo y una vez luchó con adicción de drogas. Su acercamiento a rezar fue una sumisión complete delante de Dios. Ella poseió un humilde desinterado en desear que la voluntad de Dios se hace cuando ella expresó su preocopación.
El concepto de si misma no exsitía cuando presentó su corazón delante de Dios. El hombre finalmente reconoció su propio poco entusiastca vacilación a Dios cuando él comparó al deseo flujo y libre de la directora de jovenes para hacer las cosas en la manera que Dios quiere.
Ahora este hombre reza:
Enséñame a escuchar y poseer un corazón que esté dispuesto a responder.
Reflexiona:
"¿Cómo oye Dios nuestras oraciones?" ¿Por ondas sonoras? ¿O por el pensamiento? Dios conoce los pensamientos de los que no estamos orgullosos.
La historia de la Biblia es la de un Dios que desea la comunión eterna con quienes están dispuestos a honrar su santidad. La "gracia" es el camino que Dios nos ofrece para llegar allí. Este destino de justicia es el regalo que fue hecho posible a través de Su hijo, Jesucristo.
La diferencia entre saberlo y vivirlo se deriva de la oración.
Capítulo siguiente: Conclusión
Tabla de contenido
Capítulo 1: De cara a Dios
Capítulo 2: La Biblia y el plan de Dios
Capítulo 3: Qué es la oración
Capítulo 4: Cómo recibir la gracia
Capítulo 5: Perdonar a los demás
Capítulo 6: De cara a uno mismo
Capítulo 7: Oración eficaz
. Conclusión