Capítulo 4: Cómo recibir la gracia
Una de las más profundas declaraciones en la Biblia está contenido en la oración de Dios,”Su querer está hecho en el mundo como en el cielo.” (Mateo 6:9-13). Tenemos que preguntar que la voluntad de Dios esté hecho en el mundo y está claro que la voluntad de Dios está hecho en el cielo.
Si el mundo es una cancha de entrenamiento para que Dios puede enseñarnos su voluntad, hay dos grupos de nosotros, ellos queriendo aprender y ellos que no quieren escuchar, insistiendo que las cosas se hacen como ellos quieren.
¿Si alguien fue forzado aguantar la volutad de Dios, no se llenaría uno con animosidad? Si animosidad no está permitido en el cielo, entonces ellos en asistencia probablemente desearían la voluntad de Dios.
Algunos creen que en la «pequeña posibilidad» de que sí exista Dios; entonces la salvación se puede obtener «siendo bueno». «La bondad terrenal» y la “rectitud celestial” son caminos diferentes en la vida. La bondad se convierte en una racionalización terrenal autoimpuesta: «Soy bueno porque...». La rectitud es un proceso de aprendizaje que dura toda la vida; se deriva de la oración que moldea nuestro corazón y nos la enseña un Dios vivo. ¡Inclinad la cabeza en oración y pedid a Dios que nuestro corazón adquiera este conocimiento!
Una relación con Dios es un regalo. Dios nos ha dado la libertad de escogimiento. El regalo no está forzado sobre nosotros. Uno lo tiene que pedir. (Efesios 2:7-9) El regalo on está dado ligeramente porque fue pagado por el hijo de Dios, Jesús Cristo, quien fue a la cruz. Para ellos que han aceptado estos regalos, Ėl ofreció momentos dentro de la presencia del Espirito Sagrado. (Juan 14: 15 – 21) y estar en la presencia eventual de Dios por eturnidad.
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La experiencia de Dios requiere un paso hacia lo desconocido más allá de la simple petición de perdón. Requiere el arrepentimiento, que incluye el deseo de apartarse del pecado.
Si tu corazón aún no conoce a Jesús, este puede ser tu momento. Está esperando tu consentimiento para entrar en tu vida. Inclina la cabeza y cruza las manos en señal de humildad. Rezar la siguiente oración es someter tu corazón ante un Dios que te ama.
Querido Padre Celestial,
te pido perdón a través de Jesús para ser perdonado por mis pecados en los que puse mi egocentrismo por delante de tu voluntad. Te doy toda mi existencia, mis esperanzas, mis sueños y mis ambiciones. Por favor, sé mi "Señor" para que pueda someterme a tus deseos antes que a los míos. Permite que "tu voluntad" se convierta en mi motivación para el resto de mi vida.
Amén
Cada día ya no se trata de ti. Esta oración es el primer paso para abrirse a un nuevo mundo de aprendizaje. Dios tiene la paciencia para reconstruir tu vida, sin embargo, es necesario que primero lo dejes entrar. No obliga, la elección es tuya.
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Algunos, habían sido “nacidos de nuevo” (Juan 3:3-21) a una edad joven han expresado ningún recuerdo del momento siendo profundo, que ellos siempre han conocido a Dios.
Para algunos durante el momento de esta sumisión ante Dios; la sensación física asociada con la presencia del Espíritu Santo puede ser experimentada por primera vez. Hechos 8:14-17 Los pensamientos sobre Dios pueden pasar de ser sólo una teoría a saber que Dios existe.
Para otros, este renacimiento puede ser un proceso más gradual.
(Efesios 2:8-9) explica : “Es por la gracia que Ud. Ha estado salvado por la fe y que no fue por si mismo, es un regalo de Dios – no por obras, de esta manera nadia puede presumir.”
Capítulo siguiente: Perdonar a los demás
Tabla de contenido
Capítulo 1: De cara a Dios
Capítulo 2: La Biblia y el plan de Dios
Capítulo 3: Qué es la oración
Capítulo 4: Cómo recibir la gracia
Capítulo 5: Perdonar a los demás
Capítulo 6: De cara a uno mismo
Capítulo 7: Oración eficaz
. Conclusión